El pasado viernes, Barcelona fue testigo de un evento extraordinario: la boda de Marta Sierra, una de las influencers más destacadas de España, y su pareja, el belga Tom Peuteman. La ceremonia, celebrada en el majestuoso Castell de Sant Marçal, fue un verdadero cuento de hadas que capturó la atención y el corazón de todos los invitados. Este impresionante castillo, rodeado de un entorno natural privilegiado y con un jardín de dos hectáreas, fue el lugar perfecto para un evento de esta magnitud.
La pareja estuvo acompañada de sus familiares más allegados, amigos y celebridades del mundo de la influencia como Akash Mehta, Derev Clara Kosedag, Sibil Çetinkaya, Xaritini Iliadou, Martina Saravia Alemán, Léanne Ansar o Erica Aquilino, entre otros.
El vestido de ensueño de Marta Sierra
Marta Sierra, conocida por su estilo impecable y carisma, deslumbró a todos con un vestido de novia exclusivo de Rosa Clará. El diseño, en el que Marta participó activamente, destacó por su encaje rebrodé que cubría tanto el cuerpo como la falda del vestido. El escote bañera, decorado con micropedrería y sutiles bordados, añadió un toque delicado y sofisticado al conjunto.
El detalle más distintivo fue, sin duda, el cuello extraíble de flores de organza que rodeaba los hombros de la novia, aportando un aire romántico y elegante. La falda de doble volumen con una cola de dos metros añadió un efecto majestuoso al vestido, haciéndola lucir como una verdadera princesa.
Para completar su look nupcial, Marta llevó un velo de tul de cuatro metros de largo que se deslizaba elegantemente detrás de ella, junto con un choker de oro blanco con una flor brillante confeccionado por Joieria Grau, que complementaba a la perfección el resto del conjunto.
La boda de Marta Sierra y Tom Peuteman no solo fue un evento mágico por la ceremonia y el entorno, sino también por la experiencia única que brindaron a sus invitados. Uno de los aspectos más destacados del enlace fueron los servicios de Esfering Photobooth, que añadieron un toque de diversión y glamour al día. Estos servicios no solo crearon momentos inolvidables para los invitados, sino que también dejaron recuerdos duraderos para la pareja.
Los recuerdos del fotomatón
El fotomatón fue el centro de atención de la fiesta. Los invitados tuvieron la oportunidad de sacarse fotos divertidas, utilizando una variedad de accesorios. Cada foto impresa se convertía en un recuerdo instantáneo que los asistentes podían llevarse consigo.
Además, los invitados pegaban una copia de cada foto en un álbum donde podían dejar dedicatorias y mensajes de cariño para los novios. Este álbum se convirtió en un recuerdo lleno de buenos deseos y momentos compartidos, permitiendo a Marta y Tom revivir la alegría de su día especial a través de las imágenes y palabras de sus seres queridos.
Vídeos en slow motion: Glamour y elegancia
Otro de los servicios exclusivos fue la grabación de vídeos en slow motion. Este servicio añadió un toque de glamour a la celebración, permitiendo a los invitados capturar sus momentos más glamurosos a cámara lenta.
Sin duda, la combinación de fotos instantáneas con dedicatorias y vídeos en slow motion capturó la esencia de la celebración de una manera única y memorable.